Días 15, 16, 17, 18, 19 y 20: Travesía desde Puerto Maldonado hasta Andahuaylillas en las puertas de Cusco. Visita a esa ciudad y largo camino hasta Ayacucho. Insólito escape al bloqueo docente. Increíble encuentro.

El sábado 14 salimos de Puerto Maldonado cerca de las 11 hs. La ruta continuó siendo impecable tal como lo está desde el ingreso a Perú. Durante unos 100 Km el terreno continuó con las mismas características que días anteriores, aunque muy paulatinamente comenzó a ascender. Cada tanto se veía una ausencia total de vegetación y el suelo de arena, por momentos con agua, y muchas personas trabajando. Son mineros que –literalmente- destruyen el suelo para extraer mineral de oro. Poco después pudimos apreciar dos impresionantes asentamientos, todos de trabajadores de la minería. Estaban al costado de la ruta y eran una mezcla de carpas con paredes de madera que servían de viviendas, pero también albergaban incipientes negocios como lugares para comer, talleres mecánicos (de motos y de máquinas pesadas de extracción), tiendas de comestibles, mercerías, e incluso un “Hostel” (busquen en las fotos que lo encontrarán). Los “barrios” no daban la sensación de miseria, pero sí evidenciaban la imperiosa necesidad de resolver el problema habitacional aunque fuere de la manera más precaria.

Asentamientos habitacionales de mineros a lo largo de la ruta saliendo de Puerto Maldonado

Pasando Mazuco la ruta comenzó a tomar altura y dejó de ser recta para transformarse en un típico camino de montaña: estábamos ingresando a las primeras estribaciones de la Cordillera de Los Andes.

Comenzaba a oscurecer con algo de niebla y decidimos pernoctar en Marcapata a 3200 msnm. Lugar recomendadísimo para estacionar una Motorhome frente la pequeña plaza, iglesia, puesto de salud y comisaría del lugar, absolutamente tranquilo, bajo el amparo de todos los poderes del estado y celestiales también. Tuvimos suerte: no teníamos ninguna información del lugar, pero descubrimos un encantador pueblo, muy antiguo, con termas públicas, estrechas callejuelas, gente muy amable y educada que saludaba con un “buenas tardes” o “buenos días caballero”, logrando que nos sintiéramos parte, aunque fuera momentáneamente, de tan hermosa comunidad. La iglesia es digna de destacar por su antigüedad y estar construida en ladrillones de adobe y techo de paja, el que cada cuatro años es devotamente cambiado en forma íntegra por las nueve comunidades de pueblos originarios del lugar. El idioma que uno escucha es el quechua y el español o la mezcla de ambos. Una FM local nos hizo recordar a las del Paraguay, cuyos locutores utilizan frases en las que intercambian el español con el guaraní.

Subida a la Cordillera desde la selva peruana

La vista que tuvimos a la mañana fue espectacular. Habíamos cambiado la Combi unos pocos metros para permitir que se instalaran los puestos de la kermese dominguera y llegamos hasta un punto panorámico desde el cual podíamos ver la magnífica ruta por la que habíamos ascendido la neblinosa tarde anterior. Un caracol infinito con algunas pequeñas casas alrededor, un puente cruzando el río que tronaba más abajo y del que se desprendían, a su costado, algunas fumarolas producto de la gran cantidad de aguas termales del lugar. Y como si eso no alcanzara para regocijo de los sentidos, en lo alto y por detrás de los cerros, la imagen blanca de uno de los picos del nevado Ausangate que nos acompañaría durante buena parte del camino de ese domingo.

Continuamos viaje atravesando pequeños y pintorescos poblados andinos, en un paisaje carente ya, por absoluto de vegetación. Habíamos llegado a la altura máxima cruzando el Abra de Pirhuayani a cerca de 4800 msnm. La altura se estaba comenzando a hacer sentir. Lentamente comenzamos el descenso, a muy baja velocidad por una excelente ruta con el fin de que nada se nos perdiera a nuestra vista. Cruzamos más poblaciones, casi todas con actividad intensa por las ferias domingueras y paramos en una, en la que había una feria especial: un “tablado”, que consiste en la exhibición y venta de ganado vacuno, caballar, gallinas y hasta cuyes. Los cuyes son una versión de los cuises que aún se ven en los costados de los caminos rurales en nuestro país. Éstos no son pardos oscuros, sino que tienen un bonito pelaje blanco y marrón. Se los vende como si fueran conejos, se los sigue alimentando con tiernas hierbas y algún grano, y luego… se constituyen en uno de los más exquisitos platos que ofrece la cocina peruana, para nosotros una de las mejores que conocemos.

Campamento en la plaza de Andahuaylillas donde pernoctaron los tres jóvenes motociclistas argentinos

Seguimos viaje hasta 40 Km antes de Cusco. Decidimos hacer noche en el pueblito de Andahuaylillas en el que se encuentra una de las más antiguas iglesias de América (año 1610) totalmente ornamentada con panes de oro y pinturas e imágenes de incalculable valor artístico. Actualmente está en proceso de restauración mediante la participación de artistas restauradores de la facultad de bellas artes de Cusco. Lamentablemente no se pueden sacar fotos del interior ni siquiera sin flash (presumo que es para que tenga éxito la venta de láminas con esas imágenes en un negocio “dentro” del predio de la iglesia). Pasamos la noche frente a la iglesia y allí conocimos a tres jóvenes argentinos que habían llegado en sus motos de no mucha cilindrada hasta el lugar. Pretendían llegar hasta Cuba (dos) y hasta las playas del noreste brasileño (el restante). ¡Ojalá lo logren y que tengan mucha suerte!

Dato: el diesel está más caro que el que habíamos informado. Ahora llega a $6,35 el litro. La calidad es aceptable pues tiene buenos aditivos (Se vende en los Grifos de Primax o de Repsol), pero no llega a ser el euro que se vende en nuestro país. Las comidas y las habitaciones de hotel, siguen en precios por demás de accesibles.

El 16 de julio salimos rumbo a Cusco. Habíamos visitado al “Ombligo del Mundo” hace dos años al igual que la ciudad sagrada de Machu Picchu. Por eso decidimos hacer una breve pasada, sentarnos por un par de horas en la Plaza de Armas y conocer la Basílica Catedral a la cual no habíamos podido ingresar antes. Con algo de esfuerzo, por el intenso tránsito reinante, logramos acercarnos con la “Combi” a unas 7 u 8 cuadras de la plaza. Es muy difícil poder definir en esta crónica todo el contenido cultural, histórico y la belleza arquitectónica que rodea Cusco. A pesar de la miríada de turistas bulliciosos y de las estruendosas explicaciones de sus guías políglotas, a pesar del tránsito, de los vendedores ambulantes de cuanta cosa ustedes se imaginen, de la infinidad de “negocios” que esta ciudad genera, a pesar de todos esos elementos que podrían enturbiar la visión de dicha ciudad, solo podemos decirles que la visita a Cusco es uno de esos imperdibles que debemos siempre considerar seriamente en hacer.

La Catedral de Cusco vista desde la Plaza de Armas

Por la tarde salimos hacia Abancay, importante ciudad que se encuentra en la ruta Cusco – Lima. Pero no lo pudimos lograr. El intenso tránsito, y el asfalto en muy mal estado pasando Anta, hicieron que debiéramos parar en un “grifo” del poblado de Curahuasi. Cenamos y nos acostamos temprano después de un día muy agitado. La mañana siguiente pasamos por Abancay e iniciamos un recorrido del cual teníamos poca información: queríamos llegar a Ayacucho por un camino de ripio, pero que tendría algunas partes con asfalto. Valió la pena. El inicio de la travesía fue una trepada desde los 1900 hasta los 4000 msnm que se prolongó por unos 90 Km de los cuales los 60 primeros (y más difíciles) fueron de ripio. El paisaje fue imponente y ojalá lo puedan apreciar en las fotos. Llegamos a Andahuaylas, ciudad que nos impresionó por su desarrollo y movimiento. Hicimos noche en un hotel con la idea de descansar mejor del ajetreo creciente de este viaje, subir fotos y escribir una nueva entrada en el blog, pero…falló internet. Hoy 18 de julio de 2012 en horas de la noche, estamos escribiendo parte de esta crónica en el pueblito de Chumbes, en medio de la cordillera de Los Andes, sin internet, con un resfrío importante y con una aventura para contar: resulta que hoy temprano, al intentar salir de Andahuaylas para transitar las 7 difíciles horas de ripio hasta Ayacucho, nos desayunamos con un bloqueo total que los docentes estaban realizando en todas las rutas de la zona. Hasta la noche no se iba a poder pasar, lo cual para nosotros, que tratamos de no circular en esos horarios, significaba una demora de un día. Comenzamos a averiguar con la gente, a escuchar las FM, y todo apuntaba a que nos debíamos quedar. De tanto preguntar, en un grifo nos encontramos con Nilser, joven emprendedor que se dedicaba a reparar y atender los grifos de la zona. Nilser nos comenta que necesitaba ir para Cincheros a reparar un surtidor, que él conocía un camino por el cual evitar el bloqueo y que se ofrecía para guiarnos. Aceptamos. A poco de andar, también encontramos cortado el camino vecinal por el cual pretendíamos sortear el bloqueo. Debimos retroceder. Nos ofrece ir por otro camino más largo, pero seguro: haríamos dos horas adicionales por caminos rurales y sólo avanzaríamos unos 15 Km sobre la ruta que realmente deberíamos seguir hacia Ayacucho. Aceptamos y comienza nuestra aventura. Fueron más de dos horas pasando por caminos extremadamente estrechos, de cornisa, entre medio de pequeños poblados de no más de 20 o 30 casas, lugares en medio de Los Andes, con cultivos y pequeñas economías agrícolas de subsistencia que justificaron sobradamente el esfuerzo que estábamos haciendo. Pasado el mediodía, logramos ingresar a la ruta principal, impecable, recientemente construida y vacía de vehículos, ya que el bloqueo de los docentes había sido total. Llegamos a Cincheros y dejamos a nuestro amigo Nilser que bajó sus herramientas y se puso a trabajar en un grifo de esa ciudad. Nos despedimos de ese joven emprendedor y muy trabajador, que también fue guía de turismo en Cusco y nos llenó de historias e información sobre este maravilloso país que es el Perú. Seguimos nuestro viaje desde Cincheros, retomando nuevamente el ripio. Lo hicimos por no muchos kilómetros, siempre atravesando hermosos lugares, por caminos estrechos en los cuales, cada tanto se veían los trabajos de construcción de la ruta asfaltada. Nuestro promedio de velocidad era muy bajo y solo pudimos llegar hasta un punto en el cual la carretera se abre solo por unas pocas horas diarias para permitir los trabajos viales. Tuvimos que parar en el poblado de Chumbes donde pasamos la noche y debimos esperar hasta la 12 hs. del día siguiente que se volvía abrir el camino. Había otros horarios, pero eran muy temprano en la mañana o nocturnos. Nuevamente una subida donde pudimos apreciar en su real magnitud las obras en las que se estaba “cortando” literalmente la montaña, rediseñando el camino y preparando la base para el inminente asfalto. Infinidad de nuevas detenciones para permitir el paso de camiones o máquinas, hicieron que llegáramos a Ayacucho promediando la tarde, por demás de cansados y solo con la idea de buscar un hotel acorde a nuestro presupuesto y la posibilidad de pagar con tarjeta al tipo de cambio oficial. Paramos unos instantes en la hermosa Plaza de Armas y en ese instante, cuando Zulma regresaba de sacar fotos, un señor se acerca, mira la patente, el mapa, la inscripción de San Pedro y nos dice: ¡Son de esa ciudad!¡Lo conocen a Eduardo Díscoli! Se imaginarán ustedes nuestra sorpresa. Estábamos frente a Francisco “Nocno” Meléndez Gutiérrez quien durante diez días en abril del año 2002 había conocido y albergado al famoso jinete sampedrino en su periplo mundial y paso por la histórica ciudad de Ayacucho y por quien, tanto él como toda su familia sienten un profundo afecto. Increíbles las casualidades que ponen en nuestro camino a ese huamanguino, miembro de una gran familia arraigada desde hace muchísimos años en esta zona. Nos acompañó a recorrer parte de la ciudad, a cargar combustible diesel de calidad y confianza (¡y con tarjeta!), nos presentó a su madre, esposa y resto de la familia, y como ya era tarde y no conseguíamos un hotel al cual pagar con tarjeta, ¡nos alojó en un departamento pegado a su casa! Aturdidos por la inmensa generosidad de “Nocno” y su esposa Mary, aceptamos la invitación con la promesa de que próximamente nos visitarán en San Pedro.

Nuestro anfitión en Ayacucho: Francisco "Nocno" Meléndez Gutiérrez junto a su madre y hermana

En cada uno de estos cuatros enlaces podrán ver las fotos correspondientes a este largo tramo: 1) Camino desde Puerto Maldonado hasta Andahuaylillas – 2) Andahuaylillas – Cusco – Andahuaylas – 3) Andahuaylas hasta Ayacucho – 4) Ayacucho

Las demoras en publicar las crónicas tienen que ver con las dificultades para conseguir buenas conexiones a internet. Gracias a todos los mensajes privados y comentarios. Por el mismo motivo no podemos contestarlos.

Hasta pronto!

 

5 comentarios en “Días 15, 16, 17, 18, 19 y 20: Travesía desde Puerto Maldonado hasta Andahuaylillas en las puertas de Cusco. Visita a esa ciudad y largo camino hasta Ayacucho. Insólito escape al bloqueo docente. Increíble encuentro.”

  1. hola me tarde un poco en escribirles pero me gusto la manera en que escribieron en su blok y le enseñe a my esposa y a mis hijastros la berdad se sorprendieron haaaa t tambien al administrador del grifo en que me recogieron me dijo que soy de los ingenioso para ser muy pequeño y que estaba inbidiso y muy grasioso ere una risaa entretodo lo que ise para cunplir ese trabajo jajajajaja . y grasias por confiar en my no siempre susede con las personas foranias como ustedes y mucha suerte con su mision que si ay un dios que les ilumine mas a ustedes por que son muy diferentes a todas las personas talbes comunes suerteee les manda saludos m y esposa y mis amigos y el administrador de este grifo que esta ami costado leendolo todo.

  2. Hola. Siempre es un placer leer los relatos de viajes tan acrìbicos.
    Me alegro que todo siga yendo bien.
    Un abrazo luis werner mardelplata

  3. Es increíble el recorrido que están haciendo,las fotos y los comentarios «DE PRIMERA», me parece que estoy viajando con ustedes. Que lo pasen lindo, conociendo la América profunda. Muchos cariños!!!!

  4. OLA, DESEANDO QUE ANDEN BIEN Y DISFRUTANDO DE TOD O ESE ESPETACULAR RECORRIDO, TANTO LOS COMENTARIOS VERTIDOS COMO LAS IMAGENES PUBLICADAS SON INCREIBLES, YO Y MARIA (mi señora) QUEDAMOS MUY EMOCIONADOS CON LOS RELATOS, SIGAN ADELANTE Y MUCHA SUERTE, SON LOS MEJORES DESEOS DE Gerardo y María desde San Jose de Mayo Uruguay.-

  5. Guau que buena aventura por la montaña peruana!!!! A nosotros nos tocó también tener que sortear o aguardar pacientemente algunos cortes de ruta cuando pasamos por Bolivia.
    Que lindo es viajar con ustedes amigos!!! Hasta la próxima entrada!!!!

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