Días 32 al 38: Dejamos Perú. Ingreso accidentado a Ecuador. Loja. Cuenca. Baños. Los volcanes. Complicado paso por Quito. Otavalo.

Estos recolectores de banana nos "avivaron" de que había un nuevo paso hacia Ecuador
El 30 de julio salimos de Paita con la idea de hacer noche en Sullana a efectos de tener tiempo para rotar las gomas de la Combi, balancear y revisar frenos. Sin embargo, eso se hizo rápidamente y a las primeras horas de la tarde estábamos libres y a no más de 100 Km de la frontera con Ecuador. Habíamos decidido cruzar por el paso de Macará, más al Noreste que el tradicional de Tumbes y con la idea de visitar Loja después, ya que nuestro proyecto esta vez no incluía la Costa del Sol (hermosos litoral marítimo ecuatoriano con infinidad de playas que conocimos el año pasado). Comenzamos a circular por una carretera nueva y muy poco transitada. Después de unos 30 o 40 km de camino que iba ascendiendo suavemente hacia las sierras, se nos ocurrió preguntar si estábamos cerca de Macará. Negativo, para ello deberíamos regresar a Sullana, pero que si queríamos cruzar a Ecuador, a 40 Km había un nuevo cruce de frontera con el camino recientemente construido que nos dejaría más cerca de Loja aún. Deberíamos llegar al poblado de El Alamor y, del lado ecuatoriano, a la localidad de Zapotillo.
Plaza de Zapotillo (Ecuador)
En poco tiempo estuvimos en el puente recientemente construido sobre el río que sirve de frontera. Los trámites de salida con la aduana peruana lo hicimos sin demoras. Eran instalaciones provisorias. El policía de migraciones nos atendió debajo del puente para sellarnos el pasaporte, en su casa particular, a través de una ventana y en camisetas. Cruzamos el puente y comenzamos a circular ya por Ecuador, casi de noche, por un pavimento nuevo que no tenía los puentes terminados. Nos tocó vadear ya de noche, dos arroyos (uno bastante caudaloso y profundo). Después de unos 20 km llegamos a Zapotillo, simpática y pequeña localidad en la frontera ecuatoriana. La policía del lugar nos dijo que no había oficiales de migraciones para darnos la entrada, por lo cual decidimos quedarnos hasta el día siguiente y seguir hasta Macará para hacer allí nuestro trámite.
Saliendo de Macará con destino a Loja
El 31 de julio por la mañana salimos hacia Macará. A poco andar encontramos una oficina de aduanas. Paramos y nos dijeron que podíamos denunciar allí el ingreso del vehículo pero que antes deberíamos hacer nuestra entrada en Zapotillo … ¿En Zapotillo? ¡Si allí no hay personal para eso! … Pues sí, atiende en una oficina cerca de la plaza. Desandamos los 14 Km mascullando improperios (para decirlo con fineza) contra los policías que anoche nos habían mal informado. Encontramos la oficina…cerrada. Averiguamos y nadie sabía dónde estaba el encargado, hasta que dimos con su novia. Una peluquera a 20 metros de la oficina de Migraciones (¡pobre tipo!). Nos dijo que posiblemente regresara pero no sabía la hora. Fuimos de nuevo a la policía y nos informaron que el empleado había salido en un operativo con funcionarios de Migraciones y que no sabía sus horarios. Parecía joda, pero no. Tomamos camino a Macará por un pésimo y trabado camino de sierra de unos 45 Km que nos demandó casi dos horas. Final de esta historia: legalizamos nuestro ingreso a Ecuador casi 24 horas después de haberlo hecho realmente.
Plaza de Loja
Comenzamos a subir hasta Loja, importante ciudad a la cual llegamos cerca de las 17 Hs. Estábamos estacionados frente a la gobernación y plaza principal, cuando se nos aproxima un señor quien amablemente nos indica lugares para comer y estacionar la Combi para dormir tranquilos. Gracias a él disfrutamos de una exquisita cena en un muy buen restaurante a un precio por demás de módico. El lujo era premio a las idas y venidas del ingreso. Estacionamos frente a un Centro Comercial, donde dormimos de primera con la anuencia (y custodia) del personal de seguridad del lugar.
Nuestro "dormi" en Loja
Debemos informar que el combustible (diesel con aditivos de Primax) vale sólo el equivalente a $1,30 argentinos!!! y la comida ronda entre 3 y 8 dólares por cabeza (según el lugar y la bebida).
Plaza de Vilcabamba
La mañana del 01 de agosto terminamos de recorrer Loja y nos fuimos hasta Vilcabamba a 40 Km hacia el Sudeste. Agradable ciudad, pequeña, poblada de habitantes y visitantes extranjeros, que ostenta la fama de otorgar a sus moradores récords mundiales de longevidad. Parte de la historia tiene que ver con el “deber” de sumergirse en las heladas aguas del río (cosa que hicimos mientras aprovechábamos a lavar nuestras ropitas sucias). Con todo el equipo limpio, después del almuerzo pusimos rumbo norte. El destino era Cuenca pero sabíamos que no alcanzaríamos a llegar.
Catedral de Cuenca
El crepúsculo nos agarró en la ciudad de Saraguro donde cenamos y dormimos frente a la comisaría local. Temprano partimos de allí y a las 11:30 horas llegamos a Cuenca. Es una ciudad bellísima, muy importante (la segunda o tercera de Ecuador). Ya habíamos estado en ella el año pasado. Una plaza súper arreglada, impresionante edificio catedral, muchísimas casas coloniales muy bien conservadas, bastante tranquila en su tránsito vehicular (a pesar de su tamaño).
Dejamos Cuenca y llegamos hasta Guamote con el fin de hacer noche y luego seguir camino. Hacía bastante frío y decidimos parar en un hotel. El pueblo estaba “invadido” por la feria semanal que convoca a muchísimas comunidades de campesinos que bajan a vender sus productos o permutarlos por otros, en una demostración por demás de interesante de sana economía social que permite lograr costos bajísimos y ventajas para todas las partes que intervienen.
El Chimborazo estuvo presente en gran parte del camino
El 03 de agosto salimos hacia Baños. En el camino nos deleitamos con el gigante del Ecuador: el volcán Chimborazo, nevado de 6310 metros de altura, que nos acompañó gran parte del camino. En el trayecto pudimos advertir el avance de las obras de recuperación del ferrocarril que viene desde Quito y ya permite recorrer con cargas y pasajeros, lugares tan atractivos como la “Nariz del Diablo”, en un logro de la ingeniería aplicada al tendido de líneas férreas en zona de abruptas bajadas y subidas.
Los "baños" de Baños
Llegamos a Baños cerca de las 16 Hs y fuimos directamente a observar al volcán Tungurahua de 5016 metros de altura. Para ello seguimos el consejo de otros blogueros viajeros y nos fuimos hasta la “Casa del Árbol” donde vive el “vigía” del volcán. Llegamos poco antes del atardecer y dejamos la Combi en un lugar cercano al mirador. El entorno del lugar es espectacular, con el agregado de que, cuando llegamos a esa simpática casa construida sobre un centenario árbol desde donde se aprecia al volcán en toda su dimensión, el cielo se abrió y pudimos disfrutar su belleza por largos minutos. Era tan bueno el lugar, muy tranquilo, en medio de una comunidad campesina con cultivos bajo cubierta de distintos productos, que decidimos quedarnos a pasar la noche allí. Para colmos, nuestra expectativa se acrecentó al escuchar un bramido del volcán poco antes de que oscureciera. Pernoctando allí, quizás pudiéramos ser testigos de alguna explosión nocturna de las que alguna vez produce el gigante, ya que está activo.
Nuestra fotógrafa subida a la "Casa del Árbol" desde donde se vigila al volcán Tungurahua
Preparándonos para pasar la noche al pie del Tungurahua
Amanecimos el 04 de agosto sin haber escuchado ninguna explosión, aunque la paz del lugar, los fideos con salsa de tomates y hongos, el buen vino argentino y la tenue lluvia de la noche, quizás hayan conspirado en contra de que pudiéramos percibir ruido o sonido alguno.
Bajamos hasta el pueblito de Baños que no habíamos conocido aún, y nos fuimos directamente a los baños termales públicos en el “Salto de la Virgen”. La pasamos muy bien, alternando inmersiones de agua caliente con el chorro helado que cae de la cascada. Luego seguimos recorriendo la ciudad y el valle que baja hacia la Amazonia, con mucho más humedad y vegetación, menos altura y numerosas cascadas que valen la pena recorrer, especialmente el “Pailón del Diablo”, impresionante salto en altura y caudal. Regresamos al pueblo y nos dimos otros baños termales nocturnos (para que algunos no critiquen diciendo de nuestra falta de higiene), y bien empilchaditos nos despachamos con una opípara cena de carne asada (no habíamos almorzado) en un restaurante del lugar. Baños es un lugar bastante turístico, aunque mantiene un ritmo urbano tolerable para los que amamos la paz. Además, su hermoso entorno lo transforma en un destino que ningún viajero que pase por el Ecuador debería dejar de visitar.
La cascada "El Pailón del Diablo"
Pasamos la noche en un estacionamiento al lado de las termas. Nuestro despertar fue un poco accidentado: eran las 05:30 de la madrugada cuando empezamos a escuchar vehículos que se estacionaban, gritos, algarabía, pelotas rodando…¡Estábamos rodeados de decenas de personas que alegres y bien despiertas comenzaban a hacer su ingreso a los baños termales un día domingo!!! Imposible seguir durmiendo. Remoloneamos un poco, pero terminamos desayunando y partiendo de esa ciudad.
Volcán Cotopaxi: el lugar de la tierra más cerca del sol
Estábamos cerca de Quito, impresionante ciudad que habíamos visitado en nuestro viaje del año pasado. Teníamos pensado evitarla y antes visitar el Parque Nacional Cotopaxi, llamado así por el volcán de 5897 metros de altura, quizás el más hermoso de este país y que –por su altura y la proximidad a la línea del Ecuador-, es llamado como el lugar del mundo que está más cerca del sol. Ingresamos al parque por el acceso que está un poco más al norte de la ciudad de Latacunga. Su estado es muy bueno y con asfalto en ejecución. Para ganar terreno, decidimos salir del parque por el ingreso del norte en Machachi: no lo recomendamos, el camino es malísimo y no se va a mejorar pues es uno de esos empedrados comunitarios que por más de 10 km atormenta al vehículo y a sus ocupantes. Conviene volver a la entrada primera y desde allí seguir hacia el norte por la Panamericana Sur.
Pero vayamos al grano: después de unos minutos y con el permiso de las nubes que se “corrieron”, pudimos apreciar la belleza del Cotopaxi, sólo comparable (según nuestras experiencias), al Lanín de la Argentina o al Osorno de Chile. Por supuesto que nada más que las fotos para poder apreciar tamaño espectáculo.
Uno de los hermosos ejemplares que se encuentran en el Parque Nacional Cotopaxi
Salimos del Parque a las 16 hs. Teníamos tiempo de aproximarnos a Quito e intentar resolver un problemón para todo viajero: se nos había inutilizado el cargador del GPS y debíamos conseguir urgente otro. Estábamos como ciegos en la ruta, ya que los mapas con los que contamos son viejos y con poco detalle. Además, en Ecuador se están construyendo carreteras por toda su extensión, lo cual deja desactualizados hasta los mapas electrónicos.

Les aseguramos que ingresar conduciendo un vehículo a esta gigantesca ciudad de 50 Km de largo por más de 4 Km de ancho y sin GPS, es algo inenarrable. Pasamos del pánico de las intersecciones, avenidas, cruces, subidas, bajadas, carriles exclusivos para el metro, bocinazos, etc., al júbilo por detectar un gran complejo comercial donde teníamos la esperanza de conseguir solucionar el problema del cargador. Afortunadamente allí lo pudimos comprar y, como aún nos quedaba una hora de luz y estábamos en el centro del cruce urbano, decidimos seguir camino. La gallega del mapa nos iba guiando de maravillas, nos infundía seguridad y compañía. Habíamos transformado el pánico inicial en la alegría de ir contemplado los distintos barrios de una ciudad que se las trae. De pronto se acabó lo bueno: goma pinchada, casi de noche. A cambiarla rápido y salir de la gran urbe en medio de la noche cerrada. Felizmente, ya en la salida, encontramos una gasolinera cerca del peaje y allí dormimos.
Amanecimos el lunes 06 de agosto ya saliendo de Quito, ciudad que habíamos querido evitar por haberla visitado en nuestro anterior viaje, pero que nos obligó a otra entrada. Felizmente, todo se solucionó adecuadamente y proseguimos hasta Otavalo, ciudad donde pernoctaremos y famosa continentalmente por su feria, la cual Zulma está visitando en estos momentos.
Las carpetas para ver las fotos de esta etapa, las encuentran en estos enlaces: 14° Dejamos Perú – Ecuador, desde el ingreso por Macará hasta Cuenca y, 15° Desde Cuenca hasta el Volcán Cotopaxi
Estamos muy cerca de Colombia, quizás mañana 07 de agosto ya ingresemos a ese país.
Hasta la próxima.

 

4 comentarios en “Días 32 al 38: Dejamos Perú. Ingreso accidentado a Ecuador. Loja. Cuenca. Baños. Los volcanes. Complicado paso por Quito. Otavalo.”

  1. Zulma y Carlos:Que fantastico el viaje !!!Hermosa las fotos!y con el relato me hace sentir que estoy en esos lugares.Bueno saludos de la» fans» san pedrina.Sigan disfrutando!!Cuanta adrelanina jajaajaj.Gracias por compartir-!Un abrazo enorme.Sara

  2. Hola Zulma y Carlos
    Que alegria saber que todo les va bien y que se este cumpliendo los pasos programados, lo del viaje frustrado no importa ya se podra hacer desde otro lugar, las ciudades no se mueven gracias a Dios pero nosotros si y eso nos da siempre otra posibilidad.(Yo por el baño tambien habria desistido).Buenisima la ruta de la Selva. Muchas fotos del Jamping pero no los vi en ninguna jeje
    Que lindo las fotos del Cotopax,Chimborazo y Tungurahua.
    De verdad no de ganas de irse de Ecuador carguen mucho Gashoil y preparense para los peajes.
    Bueno IDOLOS nosotros aqui en BsAs esperando a la gordi que creemos el jueves tenemos el reencuentro y no se si vuelvo a Madryn o los alcanzo jejeje
    Un abrazo y mucha M
    Ana y Daniel

  3. Hola Carlos y Zulma!!! Que hermoso viaje que están haciendo!!! Sigo atento sus comentarios. Que macana quedarse sin GPS, menos mal que lo solucionaron bastante rápido. Si sabía les encargaba un poco de gas oil a $1,30… jajaja, acá el gas oil Shell V Power ya está a $ 6.999. Saludos desde San Pedro!!! Guillermo.

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