Días 53 a 71: Venezuela. Maracaibo. Península de Paraguaná. Chichiriviche. Puerto Cabello. Parque Nacional Henri Pittier. Caracas. Isla Margarita. Parque Nacional Mochima.

La costanera de Maracaibo sobre el lago del mismo nombre
Han pasado varios días sin que pudiéramos actualizar el blog. Lo intenso del viaje y la falta de internet en los lugares apartados en los cuales pernoctábamos, son algunos de los motivos de la demora. Trataremos de hacer una reseña de nuestros primeros pasos en Venezuela:
El martes 21 de agosto salimos del camping de Palomino y nos largamos a cruzar la frontera, con la idea de llegar a Maracaibo el mismo día. Cumplimos con nuestro objetivo, a pesar de que el ingreso tuvo una demora adicional de casi 3 horas por un atascamiento generado por conductores de transporte de ganado que pretendían usar la carretera con exclusividad para sus “gandolas”. El trámite aduanero sencillo y rápido. Llegamos a Maracaibo en un par de horas e hicimos noche en el estacionamiento de un centro comercial llamado Sanbil. Logramos que nos cambiaran cada dólar por 10 bolívares, lo cual nos iba a dar ventajas importantes en los precios de todos los productos que fuéramos adquiriendo. Si el cambio fuese bancario o mediante extracción de tarjeta de débito (lo cual es más conveniente en los demás países), hubiéramos recibido sólo 4,35 bolívares por dólar. Del combustible, ni hablar. La fábula venezolana se estaba haciendo realidad. Llenamos el tanque de diesel con menos de 2 pesos argentinos!!!!! Fueron más de 65 litros!!! Con ese precio y las carreteras sin peaje, estábamos haciendo realidad el sueño de todo viajero.
La costanera de Maracaibo sobre ese precioso lago es muy bonita y la vista del impresionante puente de más de 8 km sobre el mismo, es uno de los imperdibles del viaje. Las explotaciones petroleras de esa zona, sumada a las impresionantes reservas comprobadas y ya en explotación en la zona del Orinoco, colocan a Venezuela en una situación de privilegio respecto del resto del mundo y fortalecen el bloque latinoamericano del cual formamos parte.
Dormimos en Puerto Escondido, cerca del Cabo San Román en la península de Paraguaná
El miércoles 22 llegamos a Santa Ana de Coro a media tarde. Es la capital del estado de Falcón y está mencionada en dos guías como atracción por su centro histórico, la cual no compartimos totalmente. Salimos de Coro rumbo a Punto Fijo, puerto libre en la península de Paraguaná. Cruzamos los hermosos médanos y llegamos para dormir en el Mc Donald de esa ciudad.
El jueves 23 salimos para recorrer toda la península y llegamos hasta el cabo San Román, punto más septentrional de Venezuela. Acampanos y dormimos 3 o 4 Km más al sur, en una hermosa playita de Puerto Escondido. El que pase por allí, no debe perderse muy cerca de ese lugar, unos médanos que llegan hasta el propio mar!!
El viernes 24 dormimos en San Juan de los Cayos, ya dentro del Parque Nacional Morrocoy. Hermosos cayos (formaciones coralinas) frente a la costa y a Chichiriviche, que contrastan con el abandono, suciedad y feas playas de esta última ciudad. Nos enteramos allí de la impresionante explosión de la refinería de Amuay, frente a la cual habíamos circulado pocas horas antes.
El sábado 25 salimos hacia Puerto Cabello. Recorrimos ese importante puerto que también posee una industria petroquímica. Tiene playas bastante aceptables frente al mismo casco urbano. El agua es muy quieta dentro de la bahía. Tal es así, que el nombre de Puerto Cabello proviene del dicho popular de que un buque se puede amarrar con solo un cabello lo cual será suficiente para mantenerlo seguro. El malecón ha sido remodelado en parte y es interesante recorrerlo, al igual que la parte histórica de la ciudad.
Playa Grande en Puerto Colombia, cerca de Choroní
El domingo 26 salimos hacia el Parque Nacional Henri Pititier. Ya dentro de esa hermosa zona protegida, visitamos primero a Choroní, donde pasamos esa noche y la del lunes 27 en el estacionamiento de Playa Grande. Allí disfrutábamos de esa playa, muy recomendable, o tomábamos embarcaciones (“peñeros”) hasta Chuao famoso por la producción de cacao de excelente calidad, Valle Seco y Cepe.
El martes 28 regresamos a Maracay, nos hicimos de algunas provisiones y volvimos a cruzar la cordillera de la costa, dentro del mismo parque, rumbo a Ocumare de la Costa. Unos pocos kilómetros hacia el este de ese poblado, llegamos a la playa Bahía de Cata, lugar que recomendamos enfáticamente. Allí hicimos noche hasta el jueves 30. Este último día a la mañana, contratamos un peñero que nos llevó a uno de los mejores lugares que hemos conocido hasta ahora: la Ciénaga. Se trata de una entrada de mar que forma una laguna muy grande con costas que alternan entre tupidos manglares y playitas de arena blanquísima con aguas tibias, mansas y traslúcidas.
Bahía de Cata
El viernes 31 salimos hacia Caracas pero no pudiendo ingresar a una hora adecuada hicimos noche en el peaje de La Victoria, ciudad a 80 Km de la capital venezolana.
Bien temprano el sábado 01 de septiembre iniciamos el desafío del coloso. Ingresamos por la mañana al Hatillo, que es un suburbio de la populosa ciudad habitado por familias adineradas. Pudimos apreciar las mansiones del lugar, aunque eso no haya sido en toda su magnitud, ya que están detrás de murallas con cámaras de seguridad, alambrado con púas y personal de vigilancia. Caracas es una de las ciudades más inseguras de Latinoamérica, lo cual nos hizo dudar respecto de nuestra visita. Felizmente optamos por la afirmativa, ya que entre el sábado y domingo pudimos recorrerla bastante. Nos sorprendió por tratarse de una urbe bastante limpia y ordenada, con autopistas que facilitan la interconexión de los distintos barrios y de éstos con los principales accesos. El feriado de fin de semana nos ayudó en nuestro cometido. No perderse la visita al parque El Ávila en un espectacular recorrido por teleférico que llega hasta la cumbre de las sierras de la costa (2000 msnm) y permite una vista panorámica de Caracas por un lado y de La Guajira (principal puerto del país), por el otro.
Por la tarde recibimos un correo de Bruno con la terrible noticia del accidente fatal de Liliana y Moisés, dos leales amigos, bellísimas personas y padres inigualables. En todo momento se nos hace presente su recuerdo y no podemos superar el dolor de saber que no los volveremos a ver. Este viaje ya no será lo mismo para nosotros. Que Dios los tenga muy cerca de él y proteja a sus dos hijos.
El domingo 02 salimos de Caracas y llegamos rápidamente a Puerto La Cruz, embarcadero desde donde salen los ferrys a Isla Margarita, lugar al que Zulma tenía muchas ansias y expectativas por conocer. Intentamos conseguir pasaje en una empresa y nos “mataron” diciéndonos que hasta el 10 no había de ida y de regreso recién el 23 de setiembre debido a que estábamos en período de vacaciones escolares. Ya estábamos pensando qué hacer o adonde ir, cuando se nos ocurrió preguntar en otra empresa. Nos volvió el alma al cuerpo: ponían ese mismo día un refuerzo a las 20 horas y nos aseguraron que si nos anotábamos en listas de espera íbamos a poder conseguir el regreso. Ni pensarlo. Eran la 23:30 del domingo y ya estábamos pidiendo permiso para dormir en las puertas de la Guardia Nacional de Punta de Piedra, lugar de arribo de ferrys a Margarita. Nos quedamos en la isla hasta el viernes 07 de setiembre a las 12 horas del mediodía, momento en el cual nos montamos junto a la Combi rumbo a Cumaná.
No vamos a hacer aquí un relato pormenorizado de Margarita y sus playas, pero dejemos en claro lo siguiente: la isla tiene buenas playas, aunque no las mejores de Venezuela. Hemos conocido otras muy superiores. La ciudad principal, Porlamar, deja mucho que desear en varios aspectos. Pero el hecho de tener un mercado libre de impuestos, sumado a la multiplicidad de hoteles, centros de diversión, atracciones de toda clase, clima bueno con mucho sol, todo en un mismo envase, hacen que Margarita sea el lugar preferido por muchos venezolanos y turistas del mundo entero.
Atardecer en playa Manzanillo al norte de la Isla Margarita
Nosotros la pasamos bien igual, pues logramos refugiarnos del ajetreo en una hermosa caleta de pescadores –Playa Manzanillo-, situada en la punta norte de la isla. El lugar permite una coexistencia pacífica entre pescadores y no muchos veraneantes, con solo tres o cuatro restaurantes y no demasiados vendedores playeros. La playa es por demás de aceptable, y si uno camina unos 200 metros hacia el oeste, trasponiendo una peña que llega hasta el mar pero permite el paso, se encuentra con una hermosísima playa solitaria de arenas blancas y con un pequeño monte natural al fondo en una pequeña cañada donde reposar de tanto sol. Durante dos noches estacionamos nuestra combi frente al mar, con un pequeño taller de carpintería naval a un costado y un tinglado de pescadores por el otro. Éstos nos autorizaron a quedarnos todo el tiempo que quisiéramos. ¡Hasta nos convidaban con pescado a la hora del almuerzo! Los otros días los repartimos en recorrer el resto de la isla, sus playas y costas alejadas en Macanao (allí también hay buenos lugares para pernoctar en casa rodante, tales como El Tunal o Puntarenas), y visitar la vecina isla de Coche, con su inmensa playa de finísima arena blanca, superior a todas las de Margarita. Allí se llega en Ferry o con lanchas que en media hora cruzan de la playa Jaque. Ésta última también es muy recomendable, ya que permite alternar el descanso frente al mar, con la práctica –o simple observación- de kitesurf y windsurf.
Como les adelantamos, a las 17 horas del viernes 07 de septiembre ya estábamos bajando del ferry en la ciudad de Cumaná. Ésta está más cerca del parque Mochima y de las playas de la costa de la península de Paria, que eran nuestro próximo destino. Pernoctamos frente a un puesto policial a la salida de Cumaná hacia el oeste, ya que esta ciudad no nos inspiró ninguna confianza (ni agrado), como para permanecer en ella. Muy temprano el sábado 8 estábamos llegando a Mochima donde embarcamos en una embarcación de “Fororo” hacia Playa Blanca. Llegamos allí luego de conocer otras 4 o 5 playas de ese hermoso parque que es Mochima, lleno de entradas de mar, cerros que caen sobre el Caribe, manglares, manantiales de agua dulce a 5 o 6 metros de la costa, aguas límpidas y llenas de peces multicolores, y gente festejando con cerveza y ron, mucho ron venezolano el día de la Virgen del Valle, idolatrada en toda esa región por ser la patrona de los pescadores. La pasamos de maravillas en compañía de Orly, su pareja y otro grupo de amigos. Al mediodía regresamos al pueblito de Mochima, almorzamos y salimos rumbo a la Península de Paria.
Playa Blanca en el Parque Nacional Mochima
Estamos disfrutando muchísimo nuestro paso por este interesante país hermano, lleno de gente amable, alegre y en el marco de un proceso electoral que tiene muy ocupados y discutiendo a todos los venezolanos. Son muchísimas y muy interesantes las aristas del proceso revolucionario que está viviendo Venezuela. Muchos también los logros en materia social y de soberanía económica. También hemos advertidos algunos aspectos negativos que suponemos serán resueltos en el futuro. Hay sectores medios y medios altos que se sienten agredidos por algunos contenidos y modos de las políticas del Gobierno Bolivariano. Pero la democracia funciona a pleno y serán las mayorías populares quienes decidan el futuro de Venezuela, y nosotros ya estamos intuyendo cuál será el resultado.
Las fotos de esta etapa y la anterior, las pueden ver en los siguientes enlaces: 21° Venezuela: ingreso por Maracaibo hasta la Península de Paraguaná 22° Península de Paraguaná 23° Camino a Puerto Cabello 24° Parque Henri Pittier 25° Caracas 26° Isla Margarita 27° Parque Nacional Mochima. Tienen para entretenerse un ratito, ja, ja!!
Si nos atrasamos nuevamente en la actualización del blog, sepan disculparnos. Tenemos por delante el Salto Angel y la navegación de cuatro días por el Amazonas, lugares donde casi no conseguiremos conexiones buenas para subir tantas fotos.
En algún momento apareceremos nuevamente, hasta entonces.
Zulma y Carlos

 

7 comentarios en “Días 53 a 71: Venezuela. Maracaibo. Península de Paraguaná. Chichiriviche. Puerto Cabello. Parque Nacional Henri Pittier. Caracas. Isla Margarita. Parque Nacional Mochima.”

  1. estamos por iniciar nuestra aventura muy similar a la de uds ,no se imaginan cuanto nos están ayudando sus comentarios somos de rio tercero cordoba y nos presentamos como los nonos viajeros con mi esposa Dina Tana Y Duna nuestras hijas peludas (madre e hija caniches)conformamos el equipo y el gran sueño el salto del angel,gracias por sus comentarios y espero no nos mate la ansiedad hasta el momento de partir

  2. Que bueno que se los lee! jaja, no quiero demostrar nuevamente mi sana envidia hacia ustedes … pero que lindo estar allá! Igualmente Buenos Aires poco a poco se va desprendiendo del invierno y va dando lugar a una hermosa etapa primaveral que contagia a todos los porteños, ya se ponen en marcha las primeras tomadas de sol en cualquier huequito verde de la ciudad! Sigan disfrutando, y posteen pronto que tengo ansias por enterarme de su travesía por el imponente Amazonas!
    Un gran abrazo a la distancia 🙂

  3. Hola amigos viajeros, es hermoso leerlos , es una forma de seguir viajando por Amèrica. No saben las ganas tremendas de arrancar de nuevo!!!! Nos alegra saber que Venezuela los recibiò bien y que el clima los acompañe.
    Estaremos atentos a la travesia por el Amazonas y el Salto del Angel.
    Feliz camino, les enviamos un abrazo enorme. Ana y Daniel

  4. OLA ESTIMADOS VIAJEROS, QUE BUENOS COMENTARIOS, FOTOS Y BUEN HUMOR A TODO, SIEMPRE QUE PUEDO ES UN GRAN GUSTO DELEITARME CON SU VIAJE, SI SEGUIMOS CONOCIENDO TANTOS RINCONCITOS DE ESTA NUESTTRA AMERICA, LLEGAREMOS A LOS 90 DIAS DE VIAJE.- BUUENO ME ALEGRO QUE ANDEN BIEN UN ABRASO A LA DISTANCIA DE Gerardo y María.-
    ha……………. el albún 27 no se puede ver.- vio sigo en mi trabajo de corrector.-

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