Días 78, 79, 80, 81, 82 y 83: Lagunas de Montebello, Las Nubes, Reserva Lacantún, Palenque, Cenote Azul, Laguna Bacalar, Tulúm.

Una de las primeras 5 lagunas, en Parque Montebello

El viernes 15 salimos de Comitán algo tarde con rumbo a las lagunas de Montebello primero, y el lugar llamado Las Nubes, después. Las lagunas son muchas, con distintos nombres, y todas se caracterizan por la transparencia de sus aguas azules, su tamaño no muy grande, y estar en medio de un bosque de altura mediana con piso calcáreo y pobre en humus, como el que venimos viendo desde que salimos de Honduras. Son muy bonitas y no presentan otro interés –lo cual no es poco-, que el de su contemplación. Continuamos camino por la Ruta 307 hasta la entrada del pueblo Jerusalén. Allí ingresamos por un desvío hacia la izquierda hasta el pueblo y luego avanzamos por un camino de ripio de 10 Km en regular estado, llegando hasta el centro eco turístico llamado “Las Nubes”. Está administrado por 21 integrantes de una etnia local, y consta de un restaurante, baños con duchas y cabañas, de las cuales nos dieron buenas referencias. El principal atractivo, es que se encuentran esas instalaciones al costado del caudaloso río Santo Domingo, el que con sus aguas cristalinas genera un espectáculo inigualable, al descender en su cauce sobre el fondo calcáreo, formando cascadas, saltos y, en algunos lugares, introduciéndose por canales subterráneos que luego aparecen varios metros más abajo. Como frutilla del postre de ese espectáculo inusual pudimos observar, luego de unos cuantos minutos de caminata por el tupido bosque, que el río en su conjunto se introducía en una oquedad que había formado en la piedra, para luego aparecer al otro lado del cerro con la ilusión óptica de “brotar de uno de los costados” de la pared rocosa. Fue una visión realmente digna de tener en cuenta por cualquier viajero.

Por ese túnel se «mete» el Río Santo Domingo.

El sábado 16, luego de terminar nuestro periplo por Las Nubes, seguimos por la carretera 307, que cruza muchas partes selváticas, salpicadas de pequeñas parcelas (20 o 30 has.) cultivadas con maíz o porotos, o plantadas de café, cacao y algunos montes de naranja o plátano.  Varios ríos y arroyos cruzan la región, y solo hay poblados muy pequeños, con escaso suministros de combustible u otros servicios. Este desvío que finalmente nos depositará en Palenque, significó un adicional de 250 km de ruta, pero es absolutamente recomendable.

¡Mirá Ivito! está preparado para comer . . . peces.

Luego de cruzar el Río Ixcán donde está apostado un retén militar, seguimos unos Km hasta llegar a otro retén, donde hay un entronque hacia la izquierda de un camino en regular estado pero asfaltado, que lleva a la Reserva de la Biósfera Lacantún. Lo tomamos, y unos 40 Km después llegamos al lugar llamado “Las Guacamayas” (hay carteles señalizando por todo el trayecto). Ese se trata de un emprendimiento privado, con cabañas muy bonitas, pero igual de caras, algunos guacamayos enjaulados y venados en corral, un restaurante y un servicio de paseo en lancha por la reserva. No muy convencidos por el precio (40 dólares para dos personas), tomamos la lancha junto a otras dos parejas y dimos un paseo por la reserva, navegando el río principal Lacantún, y uno de sus afluentes. Pudimos ver algunos monos, cocodrilos y aves, además de lugares en los cuales el río formaba pequeñas cascadas que nuestro lanchero, con maestría, lograba “subir” a toda velocidad. En un lugar que nos aseguraron que no había cocodrilos nos tiramos un rato en el agua absolutamente limpia con fondo rocoso. La excursión no fue algo guau…, pero estuvo divertido. A las 17 Hs. estábamos de nuevo en la Combi, con la intención de llegar a Palenque por la tardecita. Ilusos de nosotros. El camino, hasta retomar la Ruta 307, estaba destruido, y apenas logramos llegar hasta Chancalá ya de noche y con “cuiqui”. El camino siguió siendo hermoso, con más poblados pequeños a su vera y algunas serranías en el trayecto. Dormimos en una Pemex (Petróleos Mexicanos).

Palenque. Tumba de Pacal «El grande»

El domingo 17 temprano, salimos para Palenque con el objeto de visitar las famosas ruinas. Estábamos a solo 40 Km, así que tranquilos llegamos y cumplimos con nuestro objetivo. Realmente es un lugar que vale la pena conocer. Nosotros ya habíamos estado en Tikal, construcción de la misma civilización Maya, pero esto es distinto a aquello, y así nos han dicho que ocurre con casi todos los restos arqueológicos: cada uno tenía distintos fines y sus particularidades que lo hacen diferentes de los demás. Palenque solo tiene un 5% del total reconstruido, el resto se lo “tragó” la selva. Todas las construcciones están bastante cerca entre sí, pero es un lugar en el que nos podríamos quedar muchísimo tiempo por su entorno selvático y la belleza de sus diseños y arquitectura sumamente avanzada para esa época. En todos los casos aconsejamos tratar de ir temprano o muy tarde, cuando no hace tanto calor y ya no hay tanta gente.

Almorzamos en Palenque (primera comida digna en los últimos días), y seguimos camino hasta tomar la ruta 186, que nos llevaría primero a Escárcega, luego a Chetumal, sobre el Caribe Mexicano y a poca distancia del vecino Belice, para finalmente depositarnos en Tulúm. Salvo los primeros Km que están siendo ensanchados, la ruta está impecable y nos permitió llegar –siempre atravesando partes selváticas-, hasta Xpujil, en el estado de Campeche. Allí pasamos la noche en otra Pemex (Petróleos Mexicanos), donde vivimos una anécdota que no nos animamos a publicar en el blog, pero que oportunamente les contaremos. (No es suspenso, solo precaución).

Nadando en el «Cenote Azul»

El lunes estábamos conociendo la bellísima laguna Bacalar, poco profunda, absolutamente turquesa, celeste, azul o no sabemos cuántos colores más. La llaman la laguna de “los siete colores”. Tiene 25 Km de largo y un promedio de dos o tres de ancho. Al comienzo sur de esa laguna está el “Cenote Azul”. Por primera vez conocemos este “milagro” de la naturaleza: un pozón, que este caso tiene un diámetro de unos 150 metros, por ¡más de 90 de profundidad! Las aguas son absolutamente límpidas, y tan lejos está el fondo, que su color es de un azul profundo. Pudimos nadar (primero con un poco de temor, por el abismo), pero luego disfrutando de la experiencia que queremos repetir. Dos agradables jóvenes de México DF nos sacaron fotos debajo del agua, las que nos prometieron enviar por correo.

«Nuestra» playa en Tulúm

Seguimos viaje, siempre por excelentes carreteras (hasta ahora sin peaje) y en medio de la selva, hasta llegar a ¡Tulum! Nos parece mentira estar en uno de esos lugares tan promocionados y que solo veíamos en los suplementos de viaje de los diarios. Tulúm es una pequeña ciudad, alejada del mar unos 3 o 4 Km, con todos los servicios, aunque sin mayores atractivos. El plato fuerte está den la costa, poblada de restaurantes, hoteles, playas con acceso libre (muy pocas para nuestro gusto), un Parque Natural que tiene 45 Km de largo por la costa hacia el sur, y los famosos restos arqueológicos hacia el norte a unos 4 Km de distancia. Doscientos metros antes del lugar histórico, en la última entrada a la playa, llamada Santa Fe, acampamos dos días. Nuestro entorno era espectacular, la playa, lo mejor que hemos visto en nuestras vidas, con arenas tan blancas y limpias que enceguecen al estar en ellas. El mar con excelente temperatura y absoluta limpidez. Unos doscientos metros mar adentro, comienza la segunda barrera coralífera en extensión en el mundo entero. Cocoteros y matas que fijan las dunas, sumados a algunos almendros, son la principal vegetación. Un pequeño barcito-restaurante cerca de la playa y unos baños aceptables con ducha constituyen casi toda la infraestructura del lugar, que carece de luz eléctrica. Por la noche silencio absoluto. Se puede dormir en la playa sobre la arena tibia, apenas cubiertos solamente por una sábana. Nos costó irnos de aquí, pero ya estamos comenzando a demorarnos más de lo previsto.

Tulúm: «ruinas» sobre ruinas

Los restos arqueológicos los visitamos el martes 19. Ocupan una superficie menor a la de los demás lugares pero no dejan de tener su encanto, principalmente por ser quizás una de las únicas construcciones mayas sobre la costa marítima. Servían en este caso, entre otras funciones, como enlace comercial marítimo con pueblos ubicados en Honduras y Guatemala. Los mayas usaban pequeñas embarcaciones a propulsadas a remo y con ellas, sin separarse de la costa, tenían un eficiente medio de transporte.

El miércoles 20 salimos rumbo al norte, a conocer las playas top de la península de Yucatán. Intentamos conseguir camping cerca de la costa, y solo encontramos dos: uno en el que nos dijeron es medio “trucho” y sin habilitar, pero que nos pedía el pago de 5 días para dejarnos ingresar (estamos en Semana Santa, que aquí es lo más alto de las temporadas). El otro, bastante bueno (aunque la Combi queda sin ver la playa), pero demasiado caro (30 dólares por día). Fiel a nuestro estilo “gasolero”, seguimos viaje a Playa del Carmen. Toda la costa a lo largo de decenas de Km, está ocupada por hoteles, resorts, parques turísticos y cuanto emprendimiento privado se imaginen. Si no ponés bastante platita, te quedás lejos del mar.

Llegamos a Playa del Carmen algo desahuciados. Para colmo, todas las calles que conducían al mar eran peatonales y con tránsito restringido a los que allí viven. De pronto vemos una avenida que conducía directamente al embarcadero de cruceros que llevan a la vecina isla de Cozumel, abierta al tránsito. ¡Nos zambullimos con la Combi y justo conseguimos un lugar para estacionar a pocos metros del mar! Primero con timidez (no sabíamos si eso era posible en el corazón de esta simpática ciudad “cedida” a los “gringos”), y luego con mayor seguridad, decidimos quedarnos allí. Fuimos a pasear al muelle y a la playa, tomamos unos mates, volvimos a nuestro lugar y, al ver que todo estaba en orden, decidimos que allí íbamos a dormir. Para colmo, los tres hoteles que tenemos en frente tienen Wi Fi liberado y con mucha potencia. ¡Nuestro agradecimiento al New Royal Playa, al Porto Real y al Real Resorts por semejante generosidad!

Nuestro «domicilio» en Playa del Carmen

A la tardecita, después de un buen baño (¿O se piensan ustedes que aquí arriba no nos bañamos?), salimos vestidos como si estuviéramos en la suite más cara del mejor de los hoteles. Paseamos por varias calles peatonales y luego decidimos utilizar nuestro ahorro en el camping, regalándonos una muy buena cena. Nos parecía de mal gusto hacernos un arroz con sardinas en semejante lugar!, Ja, ja. La cena fue con mariachi (que pagaron otros), estuvo super buena, y como postre, cuando regresábamos a nuestros aposentos en la zona Vip, vimos que en “The Royal” Hotel (ver www.RealResorts.com) había una fiesta. Nos acercamos y nos dijeron que podíamos recorrer las instalaciones y quedarnos allí. ¡No lo podíamos creer! Estuvimos largo rato en el salón principal escuchando una orquesta de diez músicos, dos cantantes excepcionales, y un cuerpo de baile que hacía danzas regionales, salsa y cuanto ritmo caribeño se imaginen.

Como era tarde, decidimos dejar de gastar tanta plata y nos vinimos a la combi a subir estas fotos:

Fotos de los Lagos de Montebello – Las Nubes – Las Guacamayas

Fotos de Palenque, Cenote Azul, Tulúm, Playa del Carmen

Sabemos que hoy no será fácil: intentaremos visitar Cancún y, por lo que leímos en el diario, tenemos noticias de que está colapsado con tantos turistas.

Hasta pronto amigos.

10 comentarios en “Días 78, 79, 80, 81, 82 y 83: Lagunas de Montebello, Las Nubes, Reserva Lacantún, Palenque, Cenote Azul, Laguna Bacalar, Tulúm.”

  1. Nena, lo que pasa es que tiene un gran marido, ja, ja!!!!

    Tu papi

    Che: ¿Todavía no conseguiste novio?

  2. Hola Luis! Gracias por tus saludos que serán dados. Te cuento que hace un mes le estoy pidiendo a Zulma que me corte el pelo y se hace la «bolu». Quiere que vayamos los dos a una peluquería dentro de dos o tres días cuando le hagamos el service a la Combi en Villahermosa. Te mando un gran abrazo.
    Carlos

  3. Hola Jime: la verdad te parecen tan lindas? Ja, ja. son el paraíso, y ojalá algún día el «peladito» te invite a venir, jua, Jua (nosotros te cuidamos a Ivo)
    Papi y mami

  4. HOLA ZOE!!!!!!!! QUE HERMOSA SORPRESA. NO SABÍAMOS QUE MIRABAS EL BLOG! TE MANDAMOS UN BESO INMENSO Y MUCHOS CARIÑOS A LA ABUELA Y TU MAMÁ. SEGUÍ MIRANDO, QUE CADA 5 O 6 DÍAS VAMOS CONTANDO LO QUE HACEMOS, ASÍ TE ENTERÁS Y LE CONTÁS A LA ABUE.
    CHAU LINDA! TE DESEAMOS FELIZ PASCUAS EN FORMA ADELANTADA.
    BESOTES.

    TUS TIOS ZULMA Y CARLOS

  5. Ay por dios!, DEFINITIVAMENTE LAS FOTOS QUE MAS ME GUSTAN! (quizá algunas de las otras también, pero esas playas!, que belleza!)
    Que lindo estar ahii!, hermoso!
    Ma a vos te gusta? jajaj

    BESOS GRANDES!

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