Días 116 y 117: Llegamos a Canadá – ¡Feliz día de la Patria, compatriotas!

El lunes 23 de mayo llegamos hasta 80 km antes de Seattle y paramos tarde en el estacionamiento de un restaurante Denny´s, cadena a la cual hemos concurrido con bastante asiduidad por calidad y precios. Además, en este caso y como es de rigor, nos prestaron el estacionamiento para pasar la noche y conexión Wi Fi.

Al día siguiente, ya a 250 Km de Vancouver, decidimos intentar el cruce de frontera pensando que iba a ser algo trabajoso. Pero nos equivocamos. Del lado norteamericano de USA, solo hay tres o cuatro policías que le piden el pasaporte a algunos y a otros directamente le hacen seña para que pasen. En nuestro caso solo hubo un par de preguntas y una demora de un minuto. Enseguida llegamos al control de Canadá, donde nos atiende un oficial de migraciones. Nos pregunta si tenemos armas de fuego, nuestro destino, si vamos a trabajar, examina nuestros pasaportes con la visa canadiense de única entrada, nos autoriza a estar en ese país hasta noviembre próximo y, ante nuestro requerimiento, nos explica que durante ese período podemos entrar y salir de Canadá cuantas veces queramos; o sea que lo de única entrada se aplica vencido ese plazo, en cuyo caso habría que tramitar una nueva visa. En ese control demoramos cuatro minutos. Conclusión: en 5 o 6 minutos habíamos cruzado la frontera y estábamos circulando por rutas canadienses. Nos miramos entre los dos sorprendidos, y al ver que no eran más de las 13 Hs. y estar a menos de 50 Km de Vancouver, decidimos entrar a esa ciudad la cual recorrimos durante más de cinco horas.

Se trata de un importantísimo centro urbano de casi dos millones y medio de habitantes, a orillas del estrecho de Georgia que lo separa de la isla homónima y del Océano Pacífico Norte. Goza de un clima templado y húmedo lo cual favorece el crecimiento de selvas y bosques ni bien termina el caso urbano. El diseño de la ciudad es moderno con amplias avenidas y muchas zonas residenciales de muy buen gusto en sus construcciones que no superan los dos pisos. También pudimos circular por una zona de altos edificios que concentra parte de los hoteles y sedes de importantes empresas, además de edificios de departamentos. Si bien su tránsito es intenso, se lo nota ordenado y “silencioso” (al igual que en ciudades de USA, no se escuchan las bocinas de los automóviles). Gran parte de la costanera sobre la amplia costa marítima se encuentra adaptada para el uso público, con paseos, muelles deportivos o turísticos, bares, restaurantes, mercados y estacionamientos amplios. Se advierten mucha gente caminando, paseando con mascotas, en bicicleta, o simplemente disfrutando del paisaje costero. Hay mucha población de origen oriental y sabemos que la colonia de hispanos es bastante importante. El puerto comercial no lo recorrimos, pero sabemos que es uno de los más importantes de América del Norte, lo cual se demuestra por la gran cantidad de buques que esperan en rada.

Estamos intentando describir una ciudad que es bellísima, que ostenta el récord de ser una de las que mejor calidad de vida tienen en el mundo, y que nos generó esta mala y repetida sensación amarga, derivada de que la disfrutamos muy poco tiempo, a causa de nuestro horario limitado y al despotismo de un cronograma de viaje que debemos cumplir.

También debemos decirles que el precio de los productos en general es increíblemente alto. En su mayoría cuestan hasta 4 veces más que en la Argentina. Ni las hamburguesas se salvan, que si bien habían ayudado a nuestra economía en USA, acá son también caras.

Cerca de las 19 Hs. comenzamos a salir de Vancouver con destino al noroeste, hacia la zona de los Parques Nacionales Banff y Jasper, distantes casi 1000 Km de Vancouver y enclavado en las “Rocky Mountains”. Llegamos hasta Squamish donde pasamos la noche. Gran parte de esos 70 Km transcurren sobre la costa marítima, en un camino de cornisa que en ningún momento se aparta del mar y con inmensas montañas aún nevadas. Un camino de ensueño.

En este enlace podrán cliquear para ver las FOTOS DE VANCOUVER

Hasta la próxima entrada, amigos.

 

3 comentarios en “Días 116 y 117: Llegamos a Canadá – ¡Feliz día de la Patria, compatriotas!”

  1. Que la suerte los siga acompañañndo !!!! Espectacular viaje, muy buenos los relatos y exelentes las fotos.La verdad: ME CARCOME LA ENVIDIA.
    Un fuerte abrazo y continuen disfrutando esta experiencia inolvidable.

  2. Carlos y Zulma: los felicitamos porque, aparte de mostrarnos lugares tan maravillosos, han hecho docencia en los relatos con sus cronicas aun en momentos dificiles como tener el coraje de pasar la noche en ese parque con la compania de esos hermosos ositos.
    Y nos han enseñado es hermosa la vida que linda que es vivirla
    unir las cosas buenas con amor la familia y a once años del milenio el que recien se inicia una hermosa manera de poder transmitirla. La luna es una sola y podemos compartirla y aunque este mundo es grande un sol nos ilumina. Si entre mares y tierra transitan nuestras vidas y cruzando los mares la tierra van a unirla. Si todo el mar es tuyo, toda la tierra es mia. Podemos recorrerla sin que nadie nos lo impida. Somos dueños de todo en orden nuestras vidas, nunca nos apartemos de Dios que bien nos guia y no hay cosa mas bella que un niño nos sonria en su cara esta el sol se ven mil maravillas, en ellos si hay amor por eso en este dia yo te pido señor proteje a las familias.
    Un fuerte abrazo y que Dios los bendiga

  3. Felìz dia de la Patria!!
    Zulma, Carlos un abrazo a la distancia, en este dìa siempre tan importante para los Argentinos!
    Les cuento que por aca terminamos de ver y escuchar el discurso de nuestra Presidenta, desde Resistencia, por primera vez se festeja el 25 de Mayo en el Chaco.
    Un discurso muy emotivo, recordando que hace 8 años veiamos como Nestor K juraba como presidente e iniciaba en ese momento la reconstrucciòn de nuesta queriada Patria!

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