Días 63 y 64: Volcán Masaya – León – Ocotal (a 20 km de la frontera con Honduras)

El volcán Nindiri activo

Ayer jueves 31, a las 15:30 horas fuimos desde Granada hasta las cercanías de Masaya, donde visitamos al volcán homónimo, pero especialmente a su vecino el Nindirí, que está activo. Entramos al Parque después de pagar una entrada de 10 dólares cada uno y 5 dólares adicionales para hacer uso del camping ubicado cerca del cráter, donde pasaríamos la noche. Primero vistamos el Nindirí de día, pudiendo observar la salida de gases a través de fumarolas. Luego volvimos a bajar para esperar al resto de los integrantes de la excursión nocturna que comenzaron a llegar pasadas las 17 horas. Iniciamos la visita al Masaya y luego nos fuimos a conocer una de las 15 cavernas descubiertas en los alrededores de los volcanes. Las mismas fueron originadas por ríos de lava en antiguas erupciones. Ingresamos en una de más de 500 metros de profundidad, ya de noche y con murciélagos adentro. No es para asustarse. Vale la pena hacer esto, sobre todo si somos acompañados por un guardiaparque. A la salida de esa cueva fuimos a otra, donde pudimos ver y fotografiar a los animalitos saliendo a comer insectos o frutos (hay de las dos clases). Ya era noche cerrada y era increíble estar en la entrada de la cueva y ver como cientos de los mamíferos voladores lo esquivan a uno (menos mal) con absoluta precisión, en su camino al exterior.

Preparados para «enfrentar» a los murciélagos
El «niñito explorador» inspeccionando la cueva
Salida de los murciélagos de la cueva

Todavía no repuestos de tamañas emociones (je, je), seguimos en la noche cerrada hacia otra de las paredes del Nindirí,(cráter Santiago) donde con mucho cuidado nos pudimos asomar. La visión es propia del Dante. La perfecta entrada al infierno, tal como todos la podemos imaginar conforme esa magistral descripción. Muy al fondo del cráter, en su centro, hay un orificio de unos 50 o 70 metros, del cual salía un fulgor rojizo y sordos ruidos. Les aseguro que esto sí nos impresionó mucho. La profundidad, la noche, esos temblores y la sensación de que el monstruo despierta en cualquier momento. Lamentablemente la foto no registra lo que es en realidad. El magma que está bastante arriba, y al entrar en contacto con el agua, produce estallidos y emisión de gases. No nos queríamos ir, pero nuestro guía nos convenció de lo contrario.

Ese punto rojo no refleja nada de la magnitud de lo que vimos y oímos

Todavía golpeados por el espectáculo, bajamos hasta un punto intermedio, donde íbamos a pasar la noche. No había luz ni guardia. Allí nos dejaron los guardiaparques pues el lugar se cerraba hasta las 9 hs del día siguiente. ¡Donde nos habíamos metido! Pero de a poco, con un arroz con sardinas y uno de los últimos malbec que nos quedan, fuimos entrando en confianza con el entorno. Resultó ser una noche serena y absolutamente pacífica al pie de los dos volcanes.

Al amanecer, la emisión de gases era mucho mayor

El amanecer fue con sorpresa, pues la actividad del cráter era diez veces más potente que la tarde anterior. Las fotos en algo lo demuestran. Sin desayunar y en absoluta soledad con el parque cerrado, subimos de nuevo. Realmente la emisión de gases era muy fuerte, lo cual formaba grandes nubarrones.

Todas las horas dentro de ese lugar no tuvieron desperdicio y recomendamos el paseo a los viajeros.

Por la mañana llegamos a León, tal vez la segunda ciudad de este pequeño y heroico país. Se caracteriza por su construcción colonial clásica intacta y por poseer la catedral más grande de Centroamérica, la cual demoraron 100 años en terminar de construir.

Catedral de León

Luego de una recorrida de algunas horas, seguimos viaje hasta Ocotal, a 20 Km de la frontera con Honduras, la cual cruzaremos mañana.

En Nicaragua siempre nos sentimos absolutamente cómodos y seguros, con colaboración por parte de todas las personas que conocimos. Se nota un pueblo feliz y pacífico, con un espíritu de lucha por construir un futuro y superar las graves dificultades que se presentan. Esto se advierte principalmente en los jóvenes, a quienes vimos con mucha participación.

Tenemos mucho para charlar a nuestro regreso sobre el proceso en este país desangrado (en todos los sentidos) por una de las dictaduras más crueles que se puedan imaginar.

Volcán Masaya ciudad de León

¡Nos seguimos viendo!

2 comentarios en “Días 63 y 64: Volcán Masaya – León – Ocotal (a 20 km de la frontera con Honduras)”

  1. Bueno muy bueno, todo lo que estan conociendo y nos participan con los comentarios y las maravillosas fotos de lugares de ensueño, que sigan bien se lo deceo de corazon .

  2. Que fotos,la de los volcanes ,adrenalina pura .Y,esa foto del atardecer .Buenísima¡¡¡ Saludos

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